Para mí, IKI-GAIA fue una revelación con la que nos encontramos cuando ya teníamos planes de urbanizar nuestra pequeña parcela; nunca estuve del todo convencida de nuestra solución, y cuando vi el concepto de IKI-GAIA junto con mi marido, tuve claro que aquí teníamos de repente la solución delante de nosotros. Alejarse de la idea de querer hacerlo todo solo y dirigirse, en cambio, hacia una comunidad con la que podamos intercambiar nuestras energías para que cada uno pueda realizar sus sueños.

Paso a paso, quiero hacer que este lugar sea hermoso, perfectamente organizado y funcional para que personas de todas las edades puedan trabajar, aprender y relajarse aquí. Sé que esto es posible con personas afines como las de IKI-GAIA.